A veces la rutina y sus costumbres trae consigo problemas propios de la vida, algunos con la fuerza de distraerme tanto que, sin apenas percibirlo, hacen que desvíe tus bondades de mi vista. Es entonces cuando advierto que me ahogo en lo simple, en lo complejo, y antes de olvidar en Quien estoy segura, muchas veces a punta de lágrimas mi alma recuerda que Tú, mi Dios, mi Padre que nunca falla, Tú eres mi burbuja. Y tu amor una ves más viene a mí como Lluvia Fresca en tierra sedienta e inunda mi alma de esa paz de la que solo tú me das.
Como lluvia Fresca, esperada,como lluvia fresca anhelada, así llegas una vez más a mi alma y florecen mis fuerzas.